viernes, 8 de abril de 2011

LA TECNOLOGÍA: UN “AHORRADOR” DE TIEMPO

"La Sociedad de la Información debe convertirse en la 'sociedad del aprendizaje permanente', lo que significa que las fuentes de educación y la formación deben extenderse fuera de las instituciones educativas tradicionales hacia el hogar, la comunidad, las empresas y las colectividades sociales. Las profesiones de la enseñanza necesitan ayuda para adaptarse a la nueva situación y aprovechar plenamente estas nuevas posibilidades" (Foro de la Sociedad de la Información, 1996: 7).
Actualmente, la tecnología “facilita la vida”, es un recurso que permite la comunicación inmediata y soluciona situaciones que en otros tiempos eran impensables, recibir una clase dictada por un profesor al otro lado del mundo era más que imposible, de hecho recibirla en dos lugares distintos del mismo edificio era absurdo, ahora un estudiante de Bogotá puede recibir una clase desde Madrid (Cundinamarca o España, da igual), en tiempo real y sin ninguna limitación, comparándolo con los estudiantes que se encuentran justo al lado del profesor.
La pregunta real es, ¿Qué tan bien sabemos utilizar dichos recursos? La tecnología avanza de manera alarmante minuto a minuto pero al parecer la educación no avanza al mismo ritmo ya que tanta información no se ha sabido direccionar hacia resultados que permitan el aprendizaje de los estudiantes.
Las nuevas tecnologías permiten a los estudiantes adquirir información de manera mucho más rápida, comparándola con otros tiempos, pero los estudiantes en vez de avanzar en su aprendizaje, se limitan a lo mínimo, a copiar y pegar, pero es ahí donde los educadores necesitan una mayor capacitación y un mayor compromiso para redireccionar los métodos de enseñanza-aprendizaje apoyándose en esos recursos que prácticamente están al alcance de todos.
Claro, es cierto que los estudiantes no se preocupan de una manera seria por su formación, pero, ¿sus padres si lo hacen?, ¿los docentes tienen directrices claras para el buen aprovechamiento de los recursos?
La intención no es resolver estas dudas, si no encontrar un punto de discusión en donde sea posible la mediación entre lo que quiere el estudiante, lo que necesita para su formación y los recursos que se tienen para ayudarlo a cumplir con el fin de formarlo.
La tecnología debe pensarse como un recurso más, como una herramienta que facilita la comunicación entre el maestro y el alumno, el alumno y sus padres y el maestro y los padres.
Además es un “ahorrador” de tiempo, ya no se tiene que buscar la biografía entre los 50  libros “viejos” de la biblioteca, es más, ese ya no debe ser el interés del maestro, no el buscar la biografía, los objetivos deben cambiar, y creo que ahí radica el punto de la discusión, se debe pensar en un currículo distinto para hacer una incorporación real y eficiente de la tecnología en el aula, pero repito, esa es otra discusión, por lo pronto, se debe pensar en que los recursos tecnológicos están ahí, al alcance de todos y que por lo menos es necesario aprovecharlos para hablar el mismo lenguaje que los estudiantes, las redes sociales y todos los juegos interactivos son un primer recurso que está ahí, solo es cuestión aprender a conocerlos y sacarles provecho para que puedan aprender sin que se den cuenta, “confunde y reinarás”, en el mejor sentido de la palabra.

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